Miles de boletas sobrantes del pasado proceso electoral pasaron a convertirse en papel de baños y servilletas luego de ser trituradas por una empresa que se dedica a ese trabajo durante más de 20 años. A esa misma entidad son llevadas furgones de desperdicios procedentes de instituciones públicas y privadas que son sometidos a un proceso de trituración que luego es llevado a varios tanques con una profundidad de 7 pies llenos agua y compuestos químicos que los descoloriza, purifican y convierten en los referidos útiles. El proceso se lleva a cabo en una compañía privada que opera en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, con una gran discrecionalidad y cuyos ejecutivos rehúsan o temen hablar con los medios de comunicación.
Esto fue comprobado luego que la Junta Central Electoral invitara a los medios de comunicación a un recorrido por esas instalaciones en las que al principio los ejecutivos de esa empresa se mostraron renuentes a la presencia de los periodistas, fotógrafos y camarógrafos; accediendo solo aceptar los reporteros y al empleado de la JCE Rodolfo Pacheco , quien funge como reportero gráfico.
Según Mario Núñez, sub director de elecciones del tribunal de elecciones ese organismo , ha aportado a esa empresa de forma gratuita tres furgones repletos de boletas sobrantes en el pasado proceso electoral y otros desperdicios y que dos furgones quedan pendiente de entregar.
Para tales fines, según el funcionario se ha dispuesto que personal de seguridad de la JCE se encargue de vigilar el proceso en que son entregados los materiales y su posterior utilidad.
Sin embargo, esta empresa que opera según unos de sus ejecutivos que no quiso identificarse opera durante 23 años sin ningún tipo de supervisión de las autoridades sanitarias del país tratándose del material que produce el cual es utilizado como un producto de primera necesidad de la población dominicana,
Miles de servilletas, papeles de baños y otros objetos son despachados desde esa empresa privada con destino a diferentes establecimientos comerciales, y son consumidos por la población dominicana sin que exista ningún tipo de control sanitario por parte de las autoridades que tienen que velar por la salud del pueblo.
La empresa Papel SIDO es regenteada por varios dominicanos y nacionales chinos, según informó una fuente de entero crédito.
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