Un cirujano italiano asegura que podría trasplantar una cabeza de un cuerpo a otro

Hoy parece una fantasía sacada de una película de ciencia ficción -o de terror-, pero el cirujano italiano está convencido de que en unos años será un procedimiento relativamente habitual. La intención es cambiarle la vida a las personas que sufren enfermedades terminales o que tienen discapacidades motrices incorregibles.
La operación permitirá extraer la cabeza del cuerpo enfermo e insertarla en uno sano. Para ello, es necesario que los familiares de alguien que haya perecido de muerte cerebral decidan donarlo.

El procedimiento sería más a o menos de la siguiente manera: con los dos cuerpos situados en el mismo quirófano, se realiza el corte casi simultáneo de las cabezas, con una espada ultra afilada. Entonces se hace la juntura. Con un pegamento especial se une cada extremo de la médula espinal, y los músculos, las venas y las arterias se cosen, como en cualquier operación.

El postoperatorio es muy complejo. Al paciente se lo ingresa en un coma inducido de cuatro semanas, para evitar que los órganos se muevan, así se suturan bien los cortes.

El toque final es una sesión de choques eléctricos, para estimular la médula espinal y fortalecer las nuevas conexiones. Después de eso se despierta a la persona, que rápidamente debería poder sentirse con total normalidad.

Sergio Canavero sostiene que todas las técnicas necesarias para realizar la cirugía ya existen, pero que todavía no fueron integradas en un mismo procedimiento. En eso quiere trabajar los próximos años.

Su aspiración es conseguir en 2015 el apoyo logístico y financiero necesario para emprender el proyecto. Si lo obtiene, planea estar en condiciones de hacer el primer trasplante de cabeza en 2017.

El cirujano cree que célebres personajes que pasaron gran parte de sus vidas postrados en una silla o en una cama, como el científico Stephen Hawking, o el actor Christopher Reeve, podrían volver a vivir en plenitud.

Críticas

Como suele ocurrir frente a planes tan extravagantes, las acusaciones no tardaron en llegar. Gran parte de la comunidad médica dice que son pura fantasía, sin fundamentos científicos.

Sin detenerse en su factibilidad, otros lo cuestionan desde un punto de vista ético. ¿Qué pasaría si la persona tuviera un hijo con su nuevo cuerpo? El padre biológico sería el difunto donante, ya que sería fruto de sus órganos.

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